En uno de los almuerzos en el jardín, apareció un gato inmisericorde que nos hastió pidiendo comida durante una hora, le dimos las sobras. Mientras las comía, una araña estaba arriba de su cabeza y yo traté de defenderlo tomando la telaraña y tirando a su dueña por allá, aunque el gato se encrespó todo del susto jeje!(De Trazador
)
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