Me gusta la gente que no parece y que es. La que no parece que sea tan inteligente y que te descalabra en carcajadas con un chiste sarcástico y poco comprensible para los demás. Esos que saben lo que uno cree que solo uno sabe. Es como encontrar en aquel recóndito lugar a tu hermano de emociones, de cerebro, de creencias. Me gustan esos raros, que no encajan, que se quedan ahí, observando, en vez de aquellos que con sus gritos aturden y desesperan. Me gustan esos reservados, escondidos, que no parecen, pero que son grandes en cosas inesperadas.
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